La cremosidad del cheesecake combinada con la frescura y el toque ácido de las frambuesas, es irresistible en este refrescante helado.
Ingredientes:
Para el helado
- 200 gr de frambuesas frescas
- 250 gr de queso crema
- 200 ml de nata para montar
- 150 gr de azúcar
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- el zumo de medio limón
Para la base de galleta
- 150 gr de galletas tipo Digestive o María
- 75 gr de mantequilla derretida
Preparación
Lavamos bien las frambuesas y las dejamos secar.
En un bol, trituramos las frambuesas con un tenedor o utiliza una licuadora para obtener un puré. Si prefieres, puedes colar el puré para eliminar las semillas.
En un bol grande, batimos el queso crema hasta que esté suave y cremoso. Añadimos el azúcar y seguimos batiendo hasta que se integren bien.
Incorporamos la nata, la esencia de vainilla y el zumo de limón. Mezclamos todo muy bien.
Añadimos el puré de frambuesas a la mezcla y removemos hasta obtener un color y textura uniforme.
Trituramos las galletas hasta que queden hechas polvo. Puedes hacerlo en un procesador o colocando las galletas en una bolsa de plástico y aplastándolas con un rodillo.
Mezclamos las galletas trituradas con la mantequilla derretida hasta obtener una pasta arenosa.
En moldes para helado (puedes usar moldes de silicona o incluso vasos desechables), colocamos una capa de la mezcla de frambuesas y queso.
Agregamos una capa de la base de galleta encima de la mezcla.
Repetimos las capas si el molde lo permite, terminando siempre con una capa de galleta.
Colocamos una cuchara en el centro o un palito de helado. Para que se mantenga en el centro te puedes ayudar tapando con papel film, y metiendo el palito o la cuchara en el centro.
Colocamos los moldes en el congelador y dejamos que el helado se congele durante al menos 4 horas o hasta que esté bien firme.
Para desmoldar, podemos sumergir los moldes en agua caliente durante unos segundos para que sea más fácil sacar el helado.
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