Se trata de una tarta complicada de preparar, pero siguiendo los pasos que te muestro, seguramente no tendrás problemas.
Ingredientes:
Para el bizcocho Gioconda
- 125 gr de harina de almendra (o almendra molina fina)
- 125 gr de azúcar glas
- 20 gr de harina de trigo
- 20 gr de mantequilla derretida
- 3 huevos enteros
- Una pizca de sal
- 75 gr de chocolate negro
Para el sirope de Cointreau y café
- 150 gr de azúcar
- 200 ml de agua
- Una copa de Cointreau o ron
- Una taza de café fuerte
Para la crema francesa al café
- 125 gr de azúcar
- 125 gr de mantequilla derretida
- 50 ml de agua
- 4 yemas de huevo
- Café soluble al gusto
Para la ganache de chocolate
- 200 gr de chocolate
- 150 ml de nata liquida
Para el glaseado de chocolate
- 145 ml de agua
- 120 ml de nata
- 50 gr de mantequilla sin sal
- Un poco de agua
Preparación
Precalentamos el horno a una temperatura de 180° C.
Agregamos en la batidora o robot de cocina los huevos, la azúcar y la harina de almendra. Batimos hasta que quede una mezcla espumosa y alta. Reservamos para luego.
En un recipiente aparte, batimos las claras de huevo con una pizca de sal hasta que estén a punto de nieve.
Tamizamos la harina sobre la crema espumosa, mezclando los ingredientes con una espátula. Añadimos las claras montadas y la mantequilla derretida.
Forramos un molde con papel para horno y vertemos la masa. Extendemos por todo el fondo con la ayuda de una espátula intentando que nos quede uniforme y del mismo grosor en todas las áreas.
Horneamos la tarta a 180° C durante unos 12 minutos. La retiramos del horno, con cuidado volteamos el bizcocho sobre una bandeja y lo dejamos enfriar.
Hervimos el agua con azúcar, agregamos café y lo removemos. Lo retiramos del fuego y le añadimos un poco de Cointreau. Reservamos.
Colocamos las yemas de huevo en la batidora o robot de cocina.
En un cazo al fuego calentamos el azúcar, el café soluble y la cantidad de agua que cubra el azúcar. Lo retiramos del fuego hasta unos minutos después que hierva.
Batimos las yemas de huevo y agregamos la mezcla anterior sin que caiga directamente sobre las yemas. Este paso es importante puesto que se pueden cortar las yemas.
Una vez integrado el jarabe incrementamos la velocidad de la batidora al máximo hasta que se mezclen bien todos los ingredientes y se enfrié la elaboración.
Agregamos poco a poco la mantequilla troceada y continuamos batiendo hasta conseguir una textura cremosa y suave. Reservamos la crema en la nevera para luego.
Troceamos el chocolate negro y lo colocamos en un recipiente.
En un cazo al fuego, calentamos la nata y antes de hervir la retiramos. La agregamos al chocolate, haciendo que se funda e incorporándolos hasta obtener una textura uniforme. Reservamos a temperatura ambiente.
Para montar este postre estaremos utilizando un molde cuadrado de 16 cm.
El primer paso es cortar el bizcocho en dos mitades según las medidas del molde que hemos escogido. De esta forma deben quedarnos dos cuadrados.
En un plato colocamos la primera capa de bizcocho y fundimos sobre ella ¼ de la tableta de chocolate negro. La reservamos en la nevera hasta que se endurezca.
Cuando este duro, colocamos el bizcocho en un plato con la parte del chocolate hacia abajo.
Seguidamente pintamos de sirope toda la superficie. A ello le agregamos una capa de crema francesa al café la alisamos con una espátula para que quede uniforme.
Colocamos una segunda capa de bizcocho, lo pintamos con el sirope y esta vez agregaremos una capa de la ganache de chocolate.
Si aun te quedan ingredientes para más capas puedes continuar con el mismo sistema.
Tapamos la tarta con papel film y la reservamos en el congelador durante 4 horas como mínimo.
Mientras la tarta se enfría prepararemos el glaseado con que cubriremos la superficie de la tarta.
Troceamos el chocolate y la mantequilla.
En un cazo al fuego calentamos la nata hasta que hierva y la retiramos del fuego. Agregamos el chocolate y removemos para que se derrita.
Añadimos la mantequilla troceada y removemos constantemente para que no queden grumos.
Añadimos dos cucharadas de agua y removemos.
Una vez que se ha congelado la tarta la retiramos del congelador y vertemos sobre ella el glaseado.
Finalmente, cuando el glaseado se asiente, lo cortamos en un perfecto cuadrado para que se aprecien todas las capas que hemos hecho.
Podemos reservarla unos minutos en la nevera para que el glaseado termine de integrarse, pero ya con este paso podemos servirla a nuestros comensales.
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