Las mejores cosas de la vida son los dulces

Los postres son frutas o platos dulces que se sirven después de las comidas. Para algunas personas la hora del postre forma parte del momento más atractivo de la comida, ya que suelen ser los platos más coloridos de la mesa. Además, son un acompañamiento en cualquier momento del día, son dulces y en algunos casos agridulces. Los postres han sido considerados el broche de oro de las comidas, cuando éste es de excelente calidad resalta la satisfacción de los alimentos anteriores.

Empanadillas dulces de la abuela

 


Estas empanadillas dulces conquistarán tu paladar al primer bocado. Van rellenas de cabello de ángel casero y aromatizadas con un toque de canela y anís.





Ingredientes:



- 620 gr de harina
- 1 cucharadita de anís en grano
- 1 limón
- 120 ml de aceite de oliva
- 1 sobre de levadura en polvo
- 1 pizca de sal
- 1 huevo
- Azúcar
- 100 ml de vino blanco



Para el relleno


- 500 gr de calabaza del tipo confitera (o cidra)
- 500 gr de azúcar
- 1 rama de canela



Preparación


Lavamos y secamos la calabaza; golpeamos la cáscara con un mazo de cocina para romperla. Cuando se formen grietas, introducimos en ellas la punta de un cuchillo, hacemos palanca y la cortamos en trozos. Ponemos la calabaza en una olla, la cubrimos con agua y la cocemos durante 25 minutos. 

Pasado ese tiempo, la escurrimos y recogemos el agua que suelten y el de cocción. Dejamos templar.

Una vez templada, pelamos los trozos de calabaza y eliminamos las semillas. Desmenuzamos la pulpa, separando las hebras, y la cocemos con la canela unos 15 minutos; pasados este tiempo la escurrimos y retiramos la canela.

Ponemos el azúcar en una cazuela, añadimos 250 ml del agua de cocción de la calabaza y cocemos hasta conseguir un almíbar a punto de hebra. Añadimos la pulpa de calabaza y la confitamos entre 45 y 50 minutos, removiendo a menudo. Pasado ese tiempo retiramos del fuego y dejamos enfriar.

Lavamos el limón y lo secamos. Pelamos la mitad de modo que extraigamos una tira larga de piel y rallamos la cáscara restante.  
 
Vertemos el aceite de oliva en un cazo, añadimos la tira de piel de limón y el anís, y calentamos hasta que se doren ligeramente. Dejamos templar y colamos este aceite.

Tamizamos 600 gr de harina con la levadura y la sal. Mezclamos en un bol grande el aceite colado tibio, 125 gr de azúcar, el huevo y el vino. Incorporamos la harina con la levadura, poco a poco. Amasamos la preparación sobre una superficie espolvoreada con el resto de la harina, tapamos con un paño y deja reposar 30 minutos.

Separamos porciones pequeñas de masa, las estiramos con el rodillo y formamos discos. Los rellenamos con 1 cucharadita de cabello de ángel, los doblamos por la mitad y los cerramos.

Freímos las empanadillas, por tandas, en aceite de oliva caliente; las y doramos por ambos lados. Cuando estén doradas las retiramos y las escurrimos sobre papel absorbente, y las dejamos enfriar.

Las servimos espolvoreadas con una mezcla de 50 gr de azúcar y 8 gr de canela. 




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