Mousse de chocolate con avellanas

 


El sabor recuerda mucho al de la Nocilla, aunque su textura es esponjosa con esas diminutas burbujas que hace la clara del huevo montada, la nata y la gelatina.





Ingredientes:


- 250 gr de cobertura de chocolate negro 70%
- 6 claras de huevo
- 75 gr de mantequilla
- Un pellizco de sal
- 100 gr de azúcar glas o en polvo
- 200 ml de nata líquida para montar
- 1/2 sobre de gelatina neutra en polvo 
- 200 gr de avellanas tostadas
- 1 vaso de líquido agua y leche entera para mezclar con la gelatina en polvo



Preparación


Troceamos el chocolate, cuanto más fino quede mejor se fundirá.

Añadimos el chocolate troceado y calentamos a baño María a fuego lento, casi tibio, sin dejar de remover con las varillas hasta que obtengamos una crema homogénea y suave. 

No debemos calentar el chocolate más de lo necesario, 3-4 minutos es suficiente. 

Retiramos del fuego y dejamos que se temple. Añadimos la mantequilla troceada y batimos otra vez con las varillas.

Calentamos la nata líquida sin que llegue a ebullición, 2-3 minutos a fuego medio. 

Añadimos la crema de chocolate anterior. Batimos con varillas. Reservamos.

Picamos las avellanas hasta que nos quede casi como harina, reservamos para el final de la receta.

Vaciamos el contenido de medio sobre de gelatina neutra en polvo en un bol que esté seco y le añadimos un poco de agua mezclada con leche caliente.

 Removemos hasta su completa disolución, lo mejor es con unas varillas o bien con la batidora, tiene que quedar bien integrada.

Añadimos el vaso de líquido con la gelatina a la crema de chocolate. Batimos con batidora eléctrica hasta que quede una mezcla uniforme, homogénea y sin grumos. 

Batimos las claras a punto de nieve, el truco para que monten sin problema es usar un bol sin ningún resto de grasa, tener las claras a temperatura ambiente y echar el azúcar en polvo una vez se haya añadido el pellizco de sal.

Manejamos este merengue con una espátula de silicona y añadimos la crema anterior con movimientos envolventes de abajo hacia arriba para evitar que se desmonte.

 Este paso hay que hacerlo de manera suave y sin prisa, sólo con paciencia quedará bien la mousse.

Colocamos la mousse en recipientes de cristal individuales, y guardamos en la nevera y debe reposar como mínimo dos horas. 

Una vez pasado ese tiempo, pasamos la mousse al congelador durante otra hora.

Antes de servir la decoramos espolvoreando con las avellanas que hemos picado previamente

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