Hoy vamos a hacer una tarta de queso con leche condensada sin horno. Una receta facilísima que está más que rica, gracias al sabor que le aporta la leche condensada.
Ingredientes:
Para la base
- 150 gr de galletas maría o Digestive
- 70 gr de mantequilla
Para el relleno
- 200 ml de nata
- 400 gr de leche condensada
- 600 gr queso crema a temperatura ambiente
- 1 paquete de preparado para flan
Para la cobertura
- 300 gr de fresas
- 1 hoja de gelatina
- zumo de medio limón
- 3 cucharadas de azúcar
Preparación
Vamos a comenzar preparando la base de nuestra tarta de galleta. Para ello, trituramos las galletas con ayuda de un robot de cocina, o metiéndolas dentro de una bolsa y golpeándolas con un rodillo, hasta obtener un polvo de galleta fino.
Derretimos la mantequilla y mezclamos con la galleta en polvo (debe quedar como arena mojada).
Cubrimos la base de un molde desmontable de 20 a 24 cm con papel de hornear, distribuimos encima la masa de galleta, presionando bien, e introducimos en el congelador mientras preparamos el relleno de nuestra tarta de queso.
A continuación preparamos el relleno de crema de queso.
Ponemos todos los ingredientes en un cazo al fuego (fuego lento), removemos con energía hasta que se haya disuelto el sobre de flan y no haya grumos.
Subimos el fuego y seguimos removiendo sin parar hasta que hierva.
Retiramos del fuego, y vertemos la crema de queso sobre la base de galleta que teníamos preparada.
Llevamos a frigorífico al menos un par de horas, mejor de un día para otro.
Cuando la salsa de fresa esté bien caliente, y triturada a nuestro gusto, incorporamos la gelatina bien escurrida a esta mezcla, removiendo hasta que se disuelva totalmente.
Distribuimos la salsa de frambuesa sobre la tarta y metemos de nuevo en la nevera hasta que vayamos a consumirla.
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