Las mejores cosas de la vida son los dulces

Los postres son frutas o platos dulces que se sirven después de las comidas. Para algunas personas la hora del postre forma parte del momento más atractivo de la comida, ya que suelen ser los platos más coloridos de la mesa. Además, son un acompañamiento en cualquier momento del día, son dulces y en algunos casos agridulces. Los postres han sido considerados el broche de oro de las comidas, cuando éste es de excelente calidad resalta la satisfacción de los alimentos anteriores.

Torrijas con crema pastelera caramelizada





Déjate tentar por estas originales torrijas que te descubrimos hoy. Están tan ricas que las vas a preparar durante todo el año y no solo en Semana Santa.





Ingredientes:


- 12 rebanadas de pan del día anterior
- 150 gr de leche condensada
- 150 ml de agua mineral 
- 1 Trozo de piel de limón
- 1 Rama de canela
- 2 huevos
- azúcar
- aceite de oliva suave, o de girasol




Para la crema


- 500 ml de leche
- 1 Rama de canela
- ½ limón para usar la piel
- 4 yemas de huevo
- 125 gr de azúcar
- 50 gr de harina de maíz




Para decorar

- hojas de menta
- canela en polvo





Preparación 



Vertemos la leche en un cazo, añadimos la canela y la piel de limón lavada, y llevamos a ebullición. 

Cuando hierva, retiramos la leche del fuego, tapamos y dejamos reposar 10 minutos.

Mientras, disponemos las yemas en una cazuelita, junto con el azúcar y la maicena, y batimos hasta integrar todo. Incorporamos la leche colada tibia y removemos.

Ponemos la cazuelita en el fuego y cocemos, sin dejar de remover con una espátula, hasta que salgan los primeros borbotones.

Entonces apartamos esta crema del fuego, dejamos que se enfríe totalmente, removiéndola de vez en cuando, y rellenamos con ella una manga pastelera.

Para las torrijas, calentamos la leche condensada con el agua mineral, la piel de limón lavada y la canela en otro cazo. Cuando la leche rompa a hervir, la apartamos del fuego y esperamos 10 minutos.

Bañamos las rebanadas de pan con la leche colada, las pasamos por los huevos batidos y las freímos, por tandas, con abundante aceite caliente.

 Cuando estén doraditas, las retiramos y las dejamos escurrir sobre papel de cocina.

Repartimos la crema sobre las torrijas frías, con la manga pastelera,  las espolvoreamos  con azúcar y quemamos este con la pala especial o con un soplete de cocina.

 Decoramos la crema con la menta lavada y los platos con un poquito de canela.

Servimos enseguida.

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