Lo delicioso de las Mailänder es que contienen un toque cítrico que le otorga el limón, que las hace algo distintas de lo que conocemos.
Ingredientes:
- 250 gr de mantequilla
- 220 gr de azúcar
- 5 gr de sal
- 3 huevos tamaño L y a temperatura ambiente
- Ralladura de 1 limón
- 500 gr de harina de repostería
- 1 huevo para dorar
Preparación
Para hacer estas galletas suizas, necesitaremos colocar en un recipiente el azúcar y la mantequilla, que debe estar a temperatura ambiente.
A continuación, batiremos con la ayuda de una batidora de varillas hasta lograr que tenga una textura cremosa y algo esponjosa.
Agregamos los 3 huevos y la sal, y lo batimos un poco más. Rallamos la piel del limón y tratamos de no quedarte con la parte banca.
Después agregaremos la harina poco a poco y removeremos mientras tanto para lograr que nos quede una masa suave y homogénea.
Divide la masa en dos partes iguales y las envolvemos en film. Las guardaremos en el frigorífico durante 2 horas.
Ahora precalentaremos el horno a una temperatura de unos 180º C y prepararemos nuestras bandejas cubriéndolas con papel de hornear o engrasándolas con mantequilla.
A continuación, enharinaremos la superficie en la que vayamos a trabajar la masa y estiraremos cada porción con nuestro rodillo.
La masa es bastante pegajosa por lo que te recomendamos que la trabajes en cantidades pequeñas, en una superficie lo más fría posible. Lo mejor es utilizar el papel antiadherente de hornear.
Estiramos las porciones hasta que tengan un grosor de unos 8 mm aproximadamente y después recortamos las galletas con cortadores de distintas formas navideñas.
Colocamos las galletas en la bandeja que hemos preparado y batimos el huevo ligeramente para pintarlas un poco. Esto hará que la superficie de las galletas se dore y quede más estético.
También podemos decorar las galletas con un poco de azúcar perlado, pero este es un paso opcional.
Horneamos las galletas unos 10 minutos colocando la bandeja en la mitad del horno. Las retiramos cuando se hayan dorado y después dejamos que se enfríen durante unos minutos en una rejilla antes de guardarlas o servirlas.
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