En media hora escasa tendréis listas unas galletas crujientes, muy sabrosas, y que además os aguantarán perfectamente durante toda una semana.
Ingredientes:
- 75 ml de aceite de oliva virgen extra
- 50 ml de miel
- 50 gr de panela de azúcar o azúcar moreno
- 1 cucharada tipo postre de levadura
- 1 huevo M
- 1 naranja mediana (la ralladura d toda la naranja y el zumo de la mitad)
- 1 pizca de sal
Preparación
Antes de nada, vamos a recopilar todo el menaje necesario para preparar las galletas: 2 boles, un colador, un rallador), un exprimidor, unas varillas metálicas, papel de horno y una bolsa plástica o manga pastelera.
Mientras hacemos la masa para las galletas, aprovechamos para ir precalentando el horno. Serán 10 minutos a 180º C.
Retiramos las bandejas del horno. En un bol, añadimos la harina de avena o copos de avena. Echamos una cucharada de postre de levadura química, una pizca de sal, y mezclamos suavemente con una cuchara. Reservamos.
En otro bol, echamos la miel y la panela de azúcar. A continuación el aceite, mezclamos bien con las varillas. Añadimos el huevo y volvemos a mezclar, hasta que quede todo bien integrado.
Rallamos la naranja sobre la harina, procurando que vaya solo la superficie de la piel, ya que la parte blanca nos dará amargor. Mezclamos. Exprimimos el zumo de la naranja y lo reservamos.
Añadimos ahora la mezcla del otro bol y vamos mezclando todo poco a poco. Se irá formando una masa homogénea y espesa. Vertemos el zumo de media naranja y seguimos amasando.
No os preocupéis si os resulta ligeramente espesa, es normal al haberle añadido el líquido.
En una bandeja de horno, colocamos una base de papel de horno.
Si tenéis maña haciendo galletas, podéis ir añadiendo porciones de masa con una cuchara, pero es bastante engorroso. Una buena opción es pasar la masa a una manga pastelera o bolsa de plástico. Le cortamos un extremo y vamos haciendo pequeños montones sobre el papel.
Es importante que las separéis suficientemente en la bandeja, que no lleguen a tocarse una vez en el horno.
Colocamos la bandeja en una posición central con calor arriba y abajo. Horneamos 14 minutos a 180º C.
Comprobaréis que subirán un poquito de volumen. El punto óptimo será cuando estén doraditas por los bordes. Aunque os parezca poco tiempo, es el justo para que salgan bien tiernas y con la textura adecuada.
Una vez retiradas del horno, mientras enfrían, irán cogiendo cuerpo.
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