Las mejores cosas de la vida son los dulces

Los postres son frutas o platos dulces que se sirven después de las comidas. Para algunas personas la hora del postre forma parte del momento más atractivo de la comida, ya que suelen ser los platos más coloridos de la mesa. Además, son un acompañamiento en cualquier momento del día, son dulces y en algunos casos agridulces. Los postres han sido considerados el broche de oro de las comidas, cuando éste es de excelente calidad resalta la satisfacción de los alimentos anteriores.

Bizcocho de chocolate glaseado




Un bizcocho muy fácil de hacer que decoramos con un glaseado clásico (zumo de limón y azúcar glas) y motitas de glasa con pasta de menta y mermelada de fresa.




Ingredientes:



- 90 gr de azúcar
- 90 gr de azúcar moreno
- 200 gr de mantequilla
- 3 huevos
- 275 gr de harina
- 16 gr de levadura
- 80 gr de cacao en polvo
- 60 gr de leche
- 1 cucharada de pasta de vainilla



Para el glaseado


- 200 gr de azúcar glas
- 2 limones (el zumo)
- 1 cucharadita de pasta de menta
- 1 cucharadita de mermelada de fresa




Preparación



Precalentamos el horno a 180º C. 
 
Ponemos la mantequilla en un cuenco y añadimos los dos tipos de azúcar. Batimos con varillas hasta obtener una mezcla homogénea y blanquecina. Añadimos los huevos, de uno en uno y batiendo; no agregamos el siguiente hasta que el anterior esté completamente incorporado.

 Tamizamos en un cuenco 260 gramos de harina con la levadura y el cacao, y los añadimos a la mezcla anterior. Agregamos también la leche y la pasta de vainilla, y removemos bien.

Espolvoreamos con el resto de la harina un molde cuadrado de 20 o 22 centímetros de lado, lo sacudimos un poco para eliminar la harina sobrante y vertemos en él la masa.

 Horneamos el bizcocho 40 o 45 minutos. Pasado este tiempo, lo pinchamos en el centro con una brocheta. Si sale limpia, lo retiramos; si no, prosigue la cocción unos minutos más.

Una vez bien cocido, lo retiramos del horno y lo dejamos templar antes de desmoldarlo y colocarlo sobre una rejilla hasta que se enfríe. 

Lo cortamos en porciones de 5 x 5 centímetros con un un cuchillo de hoja larga.

Mezclamos el azúcar glas y el zumo de limón. Removemos y agregamos el agua necesaria para obtener una glasa no muy espesa. Apartamos 2 porciones pequeñas de glasa; incorporamos a una la mermelada de fresa tamizada y a otra la pasta de menta.

Vertemos el glaseado blanco sobre los bizcochitos, con una cuchara, hasta que cubra totalmente la superficie y caiga por los lados. Dejamos que se endurezca ligeramente.

Colocamos los glaseados verde y rojo en sendas mangas pasteleras de boquilla muy fina y decoramos los bizcochitos con ellos, formando puntitos y combinando los colores.

Dejamos que se endurezca un poco y ya podemos servirlo.

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