Ingredientes:
- 500 ml de nata para montar
- 250 ml de leche condensada
- 100 gr de queso para untar
- 4 cucharadas de mermelada de arándanos
- 6 galletas maría
- Arándanos
Preparación
Para empezar, montamos ligeramente 500 ml de nata para montar. Esta tiene que estar fría ya que, de lo contrario, no se montará correctamente.
A continuación, agregamos 250 ml de leche condensada y 100 g de queso para untar. Mezclamos todo muy bien.
Añadimos a la mezcla 4 cucharadas de mermelada de arándanos y volvemos a mezclar para integrarlas. En este momento observaremos que la mezcla se vuelve ligeramente morada.
Ahora es momento de introducir 5 galletas maría partidas en trozos pequeños para que la experiencia sea lo más parecida posible a comernos una cheesecake.
Para acabar, colocamos la mezcla en nuestra heladera que habrá estado en el congelador un mínimo de 8 horas y dejamos que se vaya formando el helado. Este paso nos llevará aproximadamente 45 minutos o hasta que veamos que la mezcla ya tenga textura de helado.
En el caso de no disponer de heladera, vertemos la mezcla en un recipiente apto para el congelador y la removemos cada 40 minutos, durante las 3 primeras horas. Con esto conseguiremos que el helado no se cristalice y quede más cremoso.
Cuando lo tengamos listo, lo servimos con la ayuda de una cuchara para helados y decoramos con galletas maría y algunos arándanos al gusto
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