Dentro de una masa crujiente se esconde una dulce crema con frutas. El resultado una increíble mezcla de sabores y texturas.
Ingredientes:
- 1 lámina de hojaldre
- 3 manzanas rojas
- 2 yemas de huevo
- 80 gr de azúcar
- 1 limón
- 500 ml de leche
- 40 gr de maicena
- 8 gr de azúcar
avainillado
- Menta fresca
Preparación
Precalentamos el horno a 180º C y sacamos el hojaldre de
la nevera.
Lavamos el limón, lo secamos y lo pelamos retirando
solo la parte amarilla. Cubrimos con papel vegetal el
interior de un molde de tarta y lo forramos con el
hojaldre.
Pinchamos la base y recortamos la masa sobrante.
Tapamos el fondo con un disco de papel vegetal y añadimos unos garbanzos secos. Horneamos 10 minutos y dejamos templar; eliminamos las legumbres y el papel y desmoldamos.
Batimos las yemas con el azúcar en un cuenco,
con unas varillas manuales. Agregamos 100 ml de leche
y la maicena y mezclamos muy bien.
Hervimos el resto
de la leche en un cazo junto con la piel de limón;
retiramos del fuego, añadimos el azúcar avainillado y lo movemos para disolverlo. Dejamos reposar la leche durante 3 minutos, la colamos y la mezclamos con las yemas.
Pasamos la preparación a un cazo y llevamos a ebullición.
Reducimos el fuego y cocemos, sin dejar de remover, hasta
que la crema espese.
Una vez espesa, la retiramos, esperamos a que se
temple y rellenamos con ella la base de la tarta.
Lavamos las manzanas, las partimos en gajos, los rociamos con el zumo del limón, cortamos algunos gajos en láminas finas
y las reservamos.
Colocamos los demás gajos sobre la crema,
formando círculos concéntricos, de fuera a dentro.
Escaldamos en agua las láminas de manzana
reservadas y las escurrimos; las colocamos en el centro
de la tarta formando una flor.
Cubrimos la superficie
con papel vegetal y horneamos 15 minutos a 180º C; pasado este tiempo la destapamos y cocemos 5 minutos más.
Una vez cocida, dejamos que se
enfríe, la desmoldamos y la decoramos con unas hojas de
menta lavadas y secas.
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