Pastelitos de Limón



Estos pastelitos de limón sin horno son estupendos para quedar como una reina con este calor que tenemos. Nada de horno ni calores en la cocina.





Ingredientes:



Base

- 140 gr de galletas tipo Digestive
- 60 gr de mantequilla derretida


Relleno

- 100 ml de zumo de limón
- Ralladura de un limón
- 250 gr de queso crema
- 300 gr de leche condensada
- Tres cucharadas de agua
- Dos cucharaditas de gelatina neutra en polvo
- Dos claras pasteurizadas
- 30 gr de azúcar



Preparación 


Trituramos las galletas. Lo podemos hacer en una batidora, en un robot o metiéndolas en una bolsa de plástico hermética y pasando un rodillo por encima.

Derretimos la mantequilla y la mezclamos bien con las migas de galleta.

Forramos con film de plástico un molde con paredes verticales y vertemos la mezcla de galletas y mantequilla.

 Aplastamos bien para compactarla y que ocupe todo el molde, y nivelamos la superficie.

Le sacamos la ralladura al limón con un rallador y la ponemos en un bol. Exprimimos los limones con un exprimidor, pasando el zumo por un colador para quitar las semillas. 

Agregamos el zumo al bol.

Añadimos el queso crema y la leche condensada. Mezclamos todo bien con una espátula.

Ponemos el agua en un bol pequeño y agregamos la gelatina en polvo. Dejamos que se hidrate el tiempo indicado en el paquete. 

Cuando esté hidratada metemos el bol en el microondas y calentamos apenas tres segundos para que se caliente el agua y se disuelva la gelatina. 

El tiempo necesario dependerá en cualquier caso de la potencia de vuestro microondas.

Añadimos la gelatina al bol y mezclamos.

En el bol de una batidora ponemos las claras de huevo pasteurizadas y las montamos, batiendo a velocidad máxima, en un robot o con varillas eléctricas. 

Cuando las claras ya blanqueen agregaremos poco a poco el azúcar. 

Batimos otro par de minutos, hasta que el merengue esté más o menos duro.

Vertemos la mezcla preparada anteriormente sobre las claras montadas y mezclamos con una espátula, con movimientos envolventes y delicados, hasta homogeneizar.

Sacamos la base de galleta de la nevera y vertemos la mousse sobre ella. 

Repartimos bien con la espátula y golpeamos el molde suavemente sobre la encimera para que se alise la superficie.

 Metemos el molde de nuevo en la nevera, preferiblemente toda una noche.

Al día siguiente, desmoldamos con cuidado tirando del plástico y pasamos el pastel a una tabla para cortarlo en porciones antes de servirlo.

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