Tarta fría de nata y leche condensada



Preparar esta tarta fría de nata y leche condensada es muy fácil y rápido, pues con unos pocos ingredientes y en 15 minutos tendremos listo un delicioso postre para compartir.




Ingredientes:



Para la base de la tarta

- 200 gr de galletas de chocolate 
- 80 gr de mantequilla



Para el relleno

- 250 gr de leche condensada
- 400 ml de nata para montar 
- 10 gr gelatina en polvo


Para decorar

- Canela en polvo o cacao al gusto



Preparación




Empezaremos preparando la base de la tarta, y para ello picaremos la galleta con un procesador de alimentos. No te preocupes si no tienes uno, porque podrás colocar las galletas en una bolsa con cierre zip y aplastarlas con un rodillo hasta que estén bien picadas.

Cuando las galletas estén picadas, llevamos la mantequilla al microondas durante 20 segundos para derretirla. En este momento, la mezclamos con las migas de galleta.

Cuando tengamos la galleta bien mezclada preparamos el molde. Para ello colocamos un círculo de papel de horno en la base y colocamos una cinta de acetato o papel de horno en los laterales. Esto nos ayudará a desmoldarla de forma mucho más sencilla y nos aseguraremos de que no se nos rompe. Yo estoy usando un molde desmontable de 20 cm.

Vertemos la galleta en el molde y con la ayuda de una espátula o cuchara cubrimos bien el fondo de la tarta, presionando bien para que nos quede una base compacta.

Llevamos a la nevera mientras preparamos el relleno de la tarta.
 
Hidratamos la gelatina en polvo o grenetina colocándola en un cuenco con 4 cucharadas de agua. Mezclamos bien y dejamos reposar durante 5 minutos mientras preparamos el relleno.

Colocamos la nata bien fría en el cuenco de la batidora y batimos a velocidad media hasta que esté montada y se mantenga firme.

Cuando la gelatina se haya hidratado, la introducimos durante 10 segundos en el microondas para que se derrita.

Agregamos 3 cucharadas de leche condensada que tendremos a temperatura ambiente a la gelatina y mezclamos. Cuando esté bien integrada, agregamos el resto de leche condensada y mezclamos nuevamente hasta conseguir una mezcla homogénea.

Ha llegado el momento de agregar la nata montada. Para hacerlo, agregamos una tercera parte de la nata sobre la leche condensada y mezclamos con una espátula de silicona mediante movimientos suaves y envolventes. Es muy importante hacerlo despacio para que la nata no se baje y nos quede una tarta muy cremosa.

Agregamos la mitad de la nata restante y seguimos integrándola despacio. Finalmente, agregamos el resto de nata y mezclamos.

Cuando tengamos una mezcla uniforme, la vertemos sobre la base de la tarta que ya habíamos preparado, alisamos la superficie con una espátula y llevamos nuevamente a la nevera un mínimo de 6 horas para que coja consistencia.

Con mucho cuidado, abrimos el molde desmontable y sacamos la tarta. Eliminamos el papel de horno o acetato de los laterales.

Espolvoreamos canela o cacao en polvo al gusto sobre la tarta. Para que quede más vistosa, yo solo he espolvoreado canela por los bordes de la tarta, pero puedes cubrirla toda o usar una plantilla para marcar un dibujo.

Pasamos la tarta al plato de servir y la conservamos en la nevera hasta el momento de servir.

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