Pastelitos con crema de limón





La masa se prepara con harina, azúcar, almendra, yemas de huevo y mantequilla fundida. Su textura es perfecta





Ingredientes:




- 75 gr de Azúcar Glas
- 60 gr de Mantequilla
- 20 gr de Harina
- 40 gr de Almendras molida
- 2 Yemas De Huevo
- Mermelada De Frambuesa



para la crema de limón


- 100 ml de Zumo De Limón 
- 80 gr de Azúcar 
- 1 Huevo
- 70 gr de Mantequilla 
- 1 Yema De Huevo 
- 10 gr de Harina De Maíz



Preparación





Para comenzar, precalentamos el horno a 180º C y tenemos preparados los moldes de silicona, preferiblemente rectangulares, para darle ese aspecto clásico a los pastelitos. 

En un bol grande, mezclamos la harina, el azúcar glas y la almendra molida. Añadimos las yemas de huevo y batimos bien, hasta que los ingredientes estén bien integrados. 

Derretimos la mantequilla y, una vez fundida, la añadimos a la mezcla, removiendo hasta que obtengamos una masa homogénea.

Distribuimos la mezcla en los moldes, llenándolos solo hasta la mitad para que tengan el tamaño perfecto de un bocado. Horneamos durante unos 16 minutos o hasta que estén dorados en la superficie. Al sacarlos, los dejamos enfriar en los moldes para que mantengan su forma.

En un cazo a fuego bajo, ponemos el zumo de limón, la mitad del azúcar y la mantequilla, removiendo de vez en cuando hasta que la mantequilla se derrita y se mezcle bien con el zumo. En un bol aparte, batimos el huevo, la yema adicional, el azúcar restante y la harina de maíz hasta que no queden grumos.

Añadimos esta mezcla al cazo con el zumo de limón, removiendo constantemente para evitar que se formen grumos. Cocinamos a fuego bajo, sin dejar de remover, hasta que espese. 

Sabremos que está lista cuando tenga una textura suave y cremosa. Retiramos del fuego y dejamos que la crema enfríe completamente antes de utilizarla.

Una vez que los pastelitos estén completamente fríos y la crema haya alcanzado una buena consistencia, es momento de desmoldar los pastelitos. 

Los colocamos en una bandeja o en el plato de presentación. Con una manga pastelera o una cuchara pequeña, colocamos un poco de crema de limón en la superficie de cada pastelito. 

Para el toque final, añadimos una pizca de mermelada de frambuesa en el centro de la crema, lo que aportará un bonito contraste de color y sabor.

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