Esta tarta de queso sin horno lleva un relleno de queso crema, chocolate con leche y Baileys, básicamente.
Ingredientes:
Base de galletas Oreo
- 330 gr de galletas Oreo
- 50 gr de mantequilla
Relleno
- 450 gr de queso crema
- 65 gr de azúcar
- 15 gr de cacao en polvo
- 60 ml de Baileys
- 135 gr de cobertura de chocolate con leche
Ganache de Baileys y chocolate blanco
- 120 gr de cobertura de chocolate blanco
- 50 ml de Baileys
- 30 gr de nata líquida
Nata montada de Baileys
- 80 gr de nata líquida
- 20 ml de Baileys
- 10 gr de cacao en polvo
- 15 gr de azúcar glas
Preparación
Pesamos los ingredientes para la base en la báscula. Trituramos las galletas y derretimos la mantequilla en el microondas. Mezclamos bien ambas cosas y tapizamos con ello el fondo y las paredes del molde de 18 cm, intentando que quede de un grosor y una altura homogéneos. Llevamos a la nevera para que se ponga firme.
Pesamos todos los ingredientes del relleno en la báscula. Ponemos el queso con el azúcar y el cacao en polvo en un bol, y batimos para mezclar en un robot o con varillas eléctricas. Agregamos el Baileys, así como el chocolate con leche derretido y mezclamos.
Vertemos este relleno sobre la base preparada de Oreos y ya firme, aplastando con una espátula para que se rellenen los huecos, alisamos la superficie y metemos en la nevera para que se ponga firme, preferiblemente toda una noche.
Ponemos la cobertura de chocolate blanco en un bol y la derretimos sobre un cazo con un dedo de agua hirviendo, sin que esta toque el bol.
Ponemos en otro bol el licor con la nata y calentamos en el microondas casi hasta ebullición. Vertemos sobre el chocolate blanco y removemos con varillas para que se mezcle bien; cogerá algo de cuerpo al emulsionar.
Vertemos esta cobertura sobre la tarta sacada de la nevera e inclinamos el molde para que se distribuya por toda la superficie.
Llevamos a la nevera de nuevo, para que se solidifique, teniendo cuidado de que quede bien nivelada porque la cobertura es bastante líquida.
Cuando la cobertura esté sólida, en por lo menos una hora, sacamos la tarta de nuevo y retiramos las paredes del molde, desmontándolas, dejando la base al descubierto.
Ponemos en un bol la nata, el Baileys, el cacao en polvo y el azúcar glas, y montamos con varillas, en robot o con batidora, hasta que esté dura.
Pasamos la nata a una manga pastelera desechable con boquilla rizada y adornamos el borde de la tarta y lo que nos apetezca.
Devolvemos a la nevera hasta el momento de consumirla.
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