Estos pasteles de calabaza con hojaldre son ese tipo de dulces que nos hacen pensar en mantas, tardes fresquitas de otoño y el aroma a especias llenando la cocina.
Ingredientes:
- 1 lámina de hojaldre
- 500 gr de calabaza cruda
- 50 gr de azúcar moreno.
- 1 cucharadita de canela en polvo.
- 1 pizca de nuez moscada
- 1 huevo batido
- Azúcar extra para espolvorear
- canela extra para espolvorear.
Preparación
Precalentamos el horno a 200°C.
Lavamos la calabaza, le quitamos las semillas y la cortamos en trozos grandes. No es necesario pelarla aún, ya que la piel se desprende fácilmente después de hornearla.
Colocamos los trozos de calabaza en una bandeja de horno forrada con papel vegetal. Podemos añadir un chorrito de aceite de oliva y una pizca de sal para realzar su sabor.
Horneamos la calabaza durante aproximadamente 40 minutos o hasta que esté tierna al pincharla con un tenedor.
Una vez lista, dejamos enfriar los trozos lo suficiente para manejarlos y retiramos la piel con un cuchillo o simplemente con los dedos. La calabaza debe estar muy blanda.
Colocamos la calabaza asada en un procesador de alimentos o utilizamos un tenedor para triturarla hasta conseguir un puré suave. Si ves que el puré tiene demasiado líquido, lo colocamos sobre un colador y déjalo escurrir durante unos minutos.
Queremos un puré que no esté demasiado acuoso para que no humedezca en exceso el hojaldre.
En un bol, mezclamos los 300 g de puré de calabaza con el azúcar moreno, la canela y la nuez moscada.
Nos aseguramos de que quede bien integrado y lo probamos para ajustar el dulzor según prefieras.
Desenrollamos la masa de hojaldre sobre una superficie plana y ligeramente enharinada.
Con un cortador de galletas, corta varias figuras de hojaldre en pares (una para la base y otra para la parte superior).
Colocamos una cucharada del relleno de calabaza en el centro de una de las figuras de hojaldre y luego colocamos otra figura encima, como si hicieras un emparedado.
Presionamos los bordes con un tenedor para sellar los pastelitos.
Pintamos los pastelitos con huevo batido para darles un bonito color dorado al hornearse.
Luego, hacemos algunas marcas ligeras en la parte superior con un cuchillo, para darles un aspecto decorativo.
Espolvoreamos un poco de azúcar y canela por encima para un toque extra de sabor y color.
Precalentamos el horno a 200°C.
Colocamos los pastelitos en una bandeja con papel de horno y los hornéamos durante unos 20 minutos, o hasta que estén dorados y crujientes.
Una vez listos, dejamos que se enfríen un poco antes de servirlos para evitar quemaduras con el relleno caliente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario