La masa del bollo suizo es un brioche clásico, pero su característica más especial es la cruz de azúcar de la parte superior. Humedecido en agua de azahar, el azúcar queda crujiente tras el horneado y crea un contraste de texturas delicioso con el aireado brioche, tan jugoso y esponjoso.
Ingredientes:
- 90 gr de leche
- 150 gr de azúcar
- 60 gr de mantequilla
- 25 gr de levadura fresca
- 3 huevos
- 275 gr de harina de fuerza
- 6 gr de sal
- Unas gotas de agua de azahar
Preparación
Templamos la leche, apartamos unas cucharadas y mezclamos la levadura en ella.
Vertemos la leche restante en un cuenco y agregamos la mantequilla y 100 gr de azúcar. Removemos hasta que se disuelvan totalmente.
Añadimos la mezcla de levadura y 2 huevos, y batimos con varillas manuales hasta incorporarlos.
Mezclamos la harina con la sal, las incorporamos a la mezcla anterior y amasamos hasta obtener una masa homogénea. La dejamos reposar hasta que doble su volumen.
Le damos forma de rulo y la cortamos en 6 porciones. Las colocamos, bien separadas entre sí, sobre la placa forrada con papel de hornear.
Dejamos reposar las masas hasta que doblen su volumen de nuevo y las hacemos un corte en forma de cruz (no muy profundo) en el centro.
Las pincelamos con el otro huevo batido. Humedecemos el azúcar restante con el agua de azahar y la repartimos en los cortes.
Cocemos los bollos suizos 10 minutos en el horno precalentado 250º.
Pasado este tiempo los retiramos, y los dejamos enfriar completamente antes de servirlos.

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