Las mejores cosas de la vida son los dulces

Los postres son frutas o platos dulces que se sirven después de las comidas. Para algunas personas la hora del postre forma parte del momento más atractivo de la comida, ya que suelen ser los platos más coloridos de la mesa. Además, son un acompañamiento en cualquier momento del día, son dulces y en algunos casos agridulces. Los postres han sido considerados el broche de oro de las comidas, cuando éste es de excelente calidad resalta la satisfacción de los alimentos anteriores.

Milhojas de merengue





Es un bocado fresco y dulce, pero no en exceso, perfecto para poner el colofón a una buena comida o incluso para degustar como tarta.





Ingredientes:


Para el merengue


 - 4 claras de huevo
- 400 gr de azúcar
- 150 ml de agua




Para el hojaldre


- 500 gr de harina de fuerza
- 250 ml de agua templada
- 350 gr de mantequilla sin derretir
- azúcar glas
- 60 gr de mantequilla derretida
- 1 huevo
-1 pizca de sal




Preparación 



Empezamos preparando el hojaldre. 

Puedes comprar una masa de hojaldre ya hecha o hacerla tú en casa.

En ese caso necesitaremos la harina, el agua, la mantequilla y la sal. Ingredientes que deberemos mezclar para obtener el hojaldre casero necesario para el milhojas de merengue.

En cuanto tengamos la masa lista, la extendemos con la ayuda de rodillo y la cortamos en láminas cuadradas del tamaño que deseemos para el milhojas.

Precalentamos el horno a 200° C , recubrimos la bandeja de horno con papel para hornear y colocamos los cuadrados encima, dejando un poco de espacio entre ellos.

Antes de meterlas en el horno, los esparcimos un poco de azúcar glas por arriba y pinchamos las láminas con un tenedor para evitar que suban y queden planas, que es como las queremos.

Batimos un huevo, pintamos todas las láminas y, las metemos en el horno durante unos 12 minutos a 180° C con calor por arriba y por abajo.

Mientras se cocinan nos pondremos con el merengue. En este caso italiano, por lo que buscaremos un cazo en el que echar el agua y los 300 gr de azúcar (reservamos otros 100 gr para más adelante).

 Llevamos el cazo al fuego, lo ponemos a temperatura media, y esperamos a que entre en ebullición.

En cuanto rompa a hervir, introducimos un tenedor y cuando veamos que las gotas caen lentamente sabremos que está listo.

 Es el momento de montar las claras de huevo y dejarlas a punto de nieve. 

Para ello usamos un bol y unas varillas eléctricas. En cuanto empiecen a toma color, empezamos a añadir muy poco a poco los 100 gr de azúcar que teníamos reservada y acabamos de montarla.

En cuanto veamos que el almíbar está listo, sin dejar que se enfríe, lo sacamos del fuego y lo echamos sobre las claras batidas, de nuevo, muy poco a poco.

Por último, nos toca montar las milhojas de merengue. 

Para ello cogemos un cuadrado de hojaldre, lo untamos de merengue, lo cubrimos con otro cuadrado de hojaldre, untamos esta nueva capa de merengue y así hasta que tenga la altura de una tarta.

 Si no quieres arriesgar, con un par de pisos será más que suficiente.

Recuerda corregimos los bordes de milhojas con un cuchillo para que no sobresalga el merengue y te quede un bonito.



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