Lo mejor de este helado es que no necesitas experiencia ni máquinas complicadas, solo ganas de meter las manos en la cocina y un poco de paciencia para el congelado.
Ingredientes:
- 200 gr de galletas María
- 450 gr de leche entera
- 300 gr de nata para montar
- 100 gr de azúcar
- 20 gr de miel
- 3 yemas de huevo tamaño M
Preparación
Empezamos calentando en un cazo la leche entera junto con la nata, el azúcar blanco y la miel. Lo ponemos a fuego medio-bajo, removiendo con frecuencia para que no se agarre ni se forme nata por encima. La idea es que se caliente bien sin llegar a hervir. Cuando veamos que está a punto de romper el hervor, apagamos el fuego y dejamos templar.
Mientras la mezcla aún está caliente (pero no hirviendo), añadimos las galletas María troceadas con la mano, sin miedo. Queremos que se ablanden y se integren en la mezcla, aportando todo su sabor. Las dejamos ahí unos 10 minutos para que chupen líquido y empiecen a deshacerse. Pasado ese tiempo, trituramos todo con una batidora hasta obtener una mezcla cremosa y homogénea.
En un bol aparte, batimos las yemas de huevo. Luego, vamos añadiendo poco a poco un par de cucharadas de la mezcla caliente a las yemas, removiendo constantemente para que no se cuajen.. Cuando estén ya bien integradas, las añadimos al cazo con el resto de la mezcla.
Ponemos de nuevo el cazo al fuego, muy suave, removiendo sin parar. No puede hervir. Lo dejamos unos 5-6 minutos hasta que espese ligeramente, como unas natillas suaves. Cuando pase la cuchara y veas que deja una película ligera, es momento de retirar. Si tienes un termómetro, la mezcla debe alcanzar unos 82-84 °C, pero sin pasarse.
Vertemos la mezcla en un bol limpio y dejamos que se enfríe a temperatura ambiente. Luego tapamos con film transparente (tocando la superficie para que no se forme costra) y metemos en la nevera al menos 4 horas, aunque lo ideal es dejarlo de un día para otro. Este reposo mejora la textura final del helado.
Si tienes heladera: vierte la mezcla en el vaso y sigue las instrucciones del fabricante. En unos 30-40 minutos tendrás un helado cremoso listo para servir o guardar en el congelador.
Si no tienes heladera: mete la mezcla en un recipiente hermético y congélalo. Cada 30-40 minutos, saca el helado y bátelo con un tenedor o varillas eléctricas para romper los cristales.
Servimos
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