Las mejores cosas de la vida son los dulces

Los postres son frutas o platos dulces que se sirven después de las comidas. Para algunas personas la hora del postre forma parte del momento más atractivo de la comida, ya que suelen ser los platos más coloridos de la mesa. Además, son un acompañamiento en cualquier momento del día, son dulces y en algunos casos agridulces. Los postres han sido considerados el broche de oro de las comidas, cuando éste es de excelente calidad resalta la satisfacción de los alimentos anteriores.

Bollos de azúcar



Si te gustan los bollos de azúcar caseros y esponjosos, toma nota de nuestra receta. Solo necesitas harina de fuerza, leche, azúcar, mantequilla, miel y levadura.




Ingredientes:



- 475 gr de harina de fuerza
- 170 ml de leche entera
- 25 gr de levadura fresca
- 70 gr  de azúcar
- 3 huevos
- 50 gr de mantequilla
- 1 cucharada de miel
- 1 pizca de sal
- Azúcar humedecido



Preparación



Calentamos la leche hasta que esté templada. Fuera del fuego, incorporamos el azúcar y removemos hasta que se disuelva. 

Desmenuzamos la levadura, la añadimos a la mezcla anterior. Mezclamos hasta que quede bien disuelta. Y la dejamos reposar unos minutos. 

Cogemos 2 huevos, los cascamos y batimos junto con la mantequilla derretida y la miel. 

Lo agregamos a la preparación anterior, de modo que todo quede bien integrado y homogéneo.

Tamizamos la harina y la agregamos a la masa. Incorporamos una pizca de sal. 

Amasamos con las manos o las varillas de amasar, durante aproximadamente 10 minutos. Cortamos la masa en unas 10/12 porciones y les damos forma de bola.

Colocamos las bolas en uno o dos recipientes rectangulares para hornear, dejando algo distancia entre ellas para que puedan crecer al fermentar.

 Dejamos que reposen, en un lugar templado y sin corrientes de aire, hasta que doblen su tamaño. 

Batimos el huevo restante, pincelamos los los bollos con este y hacemos unos cortes en forma de cruz sobre cada uno de ellos.

 Espolvoreamos por encima con un poco de azúcar humedecido con agua y dejamos que reposen unos minutos más. 

Los hornéamos 20-25 minutos, en el horno precalentado a 180° C, pasado este tiempo los retiramos y los dejamos enfriar antes de servirlos.

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