Las mejores cosas de la vida son los dulces

Los postres son frutas o platos dulces que se sirven después de las comidas. Para algunas personas la hora del postre forma parte del momento más atractivo de la comida, ya que suelen ser los platos más coloridos de la mesa. Además, son un acompañamiento en cualquier momento del día, son dulces y en algunos casos agridulces. Los postres han sido considerados el broche de oro de las comidas, cuando éste es de excelente calidad resalta la satisfacción de los alimentos anteriores.

Aguardentaos murcianos

 



Ingredientes muy humildes que demuestran que antaño sabían cómo sacar partido de lo que había en la despensa para crear recuerdos imborrables.




Ingredientes:




- 250 ml de Aceite de oliva virgen extra
- 1 Limón
- 500 gr de Harina de repostería
- 225 gr de Azúcar
- 2 gr de Sal 
- una cucharadita de Canela molida 
- 100 ml de Anís dulce
- Azúcar para rebozar
- Canela molida para rebozar



Preparación 



Precalentamos el horno a 180º C y preparamos dos bandejas con papel vegetal. 

Colocamos el aceite de oliva virgen extra en una sartén con la corteza del limón, previamente bien lavado. Calentamos a fuego suave hasta que empiece a soltar aroma, mantener la cocción unos minutos sin dejar que humee, y apagamos.

Retiramos el limón con cuidado y vertemos todo el aceite sobre la harina. Mezclamos muy bien hasta que no queden grumos secos. Añadimos el anís y todos los demás ingredientes.

 Amasamos hasta obtener una masa homogénea, blanda pero no pegajosa. No deben quedar grumos.

Colocamos sobre una superficie limpia y estiramos con ayuda de un rodillo para dejar un grosor de unos 6 mm, aproximadamente. Podemos dividir la masa en dos para trabajarla mejor, tapando la otra mitad con un paño limpio de lino o papel film, para que no se reseque.

Recortamos las porciones con un vaso o un cortador de galletas redondo, liso o rizado, y colocarlas en las bandejas. 

Volvemos a amasar los restos de masa hasta terminar con toda ella. Engrasamos ligeramente el rodillo con aceite si vemos que cuesta pasarlo, o usamos directamente las manos, pues es una masa quebradiza.

Horneamos durante unos 15 minutos, hasta que se hayan dorado al gusto. Podrían tardar más si los hacemos más gruesos. Esperamos un par de minutos fuera del horno antes de dejar enfriar sobre una rejilla.

Combinamos azúcar con un poco de canela molida para rebozar o espolvorear los aguardentaos una vez horneados.

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