Las mejores cosas de la vida son los dulces

Los postres son frutas o platos dulces que se sirven después de las comidas. Para algunas personas la hora del postre forma parte del momento más atractivo de la comida, ya que suelen ser los platos más coloridos de la mesa. Además, son un acompañamiento en cualquier momento del día, son dulces y en algunos casos agridulces. Los postres han sido considerados el broche de oro de las comidas, cuando éste es de excelente calidad resalta la satisfacción de los alimentos anteriores.

Rugelach navideños

 


Estos dulces son muy sencillos de hacer, pero la masa tiene una textura que tal vez puede ser difícil de conseguir, pues se trata de una masa delicada que no debe manipularse mucho. 




Ingredientes:



- 130 gr de harina de fuerza
- 130 gr de harina panadera
- 200 gr de queso crema
- 200 gr de mantequilla
- 25 gr de azúcar
- 1 cucharada de esencia de vainilla
- 1 Pizca de sal
- 60 gr de azúcar moreno
- 1 cucharada de canela en polvo
- 50 gr de pasas
- 100 gr de nueces
- 200 gr de mermelada de albaricoque
- 1 yema de huevo
- Azúcar perlado al gusto



Preparación 




En un bol ponemos la mantequilla y el queso crema. Batimos hasta integrar y lograr una crema suave.

Añadir el azúcar, la sal y la vainilla, mientras seguimos batiendo.

Incorporamos poco a poco las harina tamizada. Cuando se haya echado toda la harina, comenzamos a trabajar con las manos, hasta tener una masa blanda y homogénea.

Dividimos la masa en 4 partes iguales, envolvemos en film cada una.

Guardamos en la nevera y dejamos un mínimo de 4 horas.


Preparar el relleno


 Troceamos las nueces y las pasas y mezclamos con el azúcar moreno y la canela. También se puede triturar un poco en un procesador.

Precalentamos el horno a 180° C.

En la encimera enharinada, estiramos la masa y  le damos forma redonda.

Hacemos un círculo de unos 22 cm de diámetro. Untamos mermelada sin llegar a los bordes y espolvoreamos una cuarta parte del relleno.

Con un cortapastas, realizamos 12 triángulos uniformes en la masa, igual que si fuese una pizza.

Enrollamos cada rugelach desde el borde exterior, más ancho, hasta el centro. Hacemos lo mismo con el resto de la masa, y colocamos los rugelach en una bandeja forrada con papel vegetal, con la punta de la masa hacia abajo. 

Guardamos en la nevera 30 minutos. Antes de hornear, pincelamos con la yema de huevo, y espolvoreamos con el azúcar perlado.

Horneamos unos 25 minutos, hasta que se vean dorados.

Una vez dorados, los sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla antes de servirlos.





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