Tarta Gijonesa



Postre gijonés, típico de la ciudad asturiana de Gijón, hecha de crema de turrón y bizcocho. Riquísima y elegante tarta, se puede comer en cualquier época del año, aunque la crema de turrón llama a la época navideña.




Ingredientes:



para el bizcocho

- 3 huevos
- 1 yogur natural
-  una medida del yogur de aceite de girasol
- dos veces la medida del yogur de azúcar
- tres veces la medida del yogur de harina de trigo 
-  5 gr de levadura química



Para el resto

 - 250 gr de turrón de Jijona
- 125 ml de leche entera
- 600 ml de nata líquida para montar
- 60 gr de azúcar
- 6 láminas de gelatina neutra 
- 100 gr de mantequilla.




Preparación



 En un recipiente hondo y amplio mezclamos los huevos con el yogur, el aceite y el azúcar. 

A continuación agregamos la harina con la levadura química y mezclamos hasta obtener una masa homogénea y sin grumos.

 Extendemos sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal, asegurando que queda bien nivelada.

 Cocemos en el horno, precalentado a 180º C con calor arriba y abajo, durante 10-12 minutos. 

Pasado ese tiempo, retiramos y dejamos enfriar completamente antes de cortar dos círculos del diámetro del molde y los reservamos.

 Mientras el bizcocho se enfría podemos preparar la crema de relleno. Remojamos las hojas de gelatina en agua fría durante mínimo de cinco minutos.

Introducimos el turrón troceado en una cacerola con la leche. Trituramos hasta que no se noten trozos.

 Calentamos y, justo antes de que comience a hervir, apagamos el fuego y añadimos la mantequilla y la gelatina escurrida. 

Removemos para homogeneizar y dejamos atemperar. 

Montamos la nata muy fría con los 60 gr de azúcar. 

Añadimos un poco de la nata montada a la crema de turrón y removemos.

 Con esto enfriamos un poco y la podemos incorporar al recipiente con la nata montada. 

 Cubrimos con papel vegetal las paredes y base de un molde desmoldable de unos 20 cm. Colocamos un disco de bizcocho en la base y repartimos por encima la mitad de la crema de turrón.

 Colocamos el segundo disco de bizcocho encima y cubrimos con el resto de la crema. 

Guardamos en la nevera mínimo cinco horas, mejor de un día para otro.

 En el momento de servir, retiramos la tarta de la nevera y desmoldamos.

 Espolvoreamos con azúcar y caramelizamos con un soplete o una pala de quemar azúcar. 

  

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