El red velvet es uno de los postres más infalibles que existen, casi todo el mundo disfruta de él.
Ingredientes:
- 3 huevos grandes
- 350 gr de harina
- 250 ml de aceite de girasol
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 15 gr de cacao en polvo
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de bicarbonato sódico
- 250 ml de leche tibia
- El zumo de ½ limón
- Colorante en pasta de color rojo
- 100 gr de chocolate blanco fondant
- 100 ml de nata para montar
Preparación
Mezclamos la leche tibia con el zumo de limón en un bol y dejamos reposar la mezcla unos 10 minutos.
Batimos los huevos con el azúcar, hasta lograr un compuesto cremoso y blanquecino.
Añadimos el aceite poco a poco, dejándolo caer en un hilo fino. Cuando esté integrado, agregamos la vainilla y seguimos batiendo.
Añadimos el colorante a la mezcla de leche y zumo de limón, y removemos hasta que el color sea homogéneo. Tamizamos la harina con el cacao, la sal y el bicarbonato.
Incorporamos la mezcla de harina al compuesto de huevos en 3 tandas, intercalándola con la leche: primero una tercera parte de la harina, después la mitad de la mezcla de leche y colorante, de nuevo otra parte de harina, la leche restante y terminamos con harina, mezclando manualmente con una espátula.
Vertemos esta masa en un molde previamente engrasado. Lo introducimos en el horno, precalentado a 175° C, y cocemos él bizcocho durante unos 45 minutos o hasta que, al pincharlo con un palillo, este salga limpio.
Una vez cocido dejamos enfriar en el molde sobre una rejilla 10 minutos. Pasado este tiempo, desmoldamos el bizcocho, lo colocamos de nuevo sobre la rejilla, boca abajo, y dejamos que se enfríe.
Picamos el chocolate blanco y lo ponemos en un bol. En un cazo, calentamos la nata sin que llegue a hervir, la vertemos sobre el chocolate y removemos con una espátula hasta lograr una mezcla homogénea.
Dejamos que se entibie unos minutos y la vertemos sobre el bizcocho, dejando que caiga por los laterales.
Dejamos que enfríe completamente antes de servirlo.
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