Si os gustan los pastelitos clásicos de vuestra infancia estáis de suerte porque hoy hacemos phoskitos caseros, que son mucho más fáciles de lo que pensáis.
Ingredientes:
- 50 gr de aceite de oliva suave
- Cuatro yemas de huevo
- Una pizca de sal
- 80 gr de harina de repostería
- 70 gr de azúcar
- Cuatro claras de huevo
- 1 cucharada de zumo de limón
- Mantequilla para untar
Crema de relleno
- 80 gr de leche condensada
- Una cucharada de miel
Cobertura de chocolate
- 80 gr de nata líquida 35% grasa
- 50 gr de mantequilla
- 30 gr de manteca de cacao
Preparación
En primer lugar preparamos el molde de brazo de gitano forrándolo con un papel de hornear con los bordes doblados hacia arriba, para que contenga la masa del bizcocho. Ponemos a calentar el horno a 170° C.
Untamos el papel con mantequilla y reservamos.
Ponemos en un bol la leche, el aceite de oliva, las yemas, la harina de repostería, 20 gr del azúcar y la sal. Mezclamos hasta homogeneizar con unas varillas.
En un robot o con varillas eléctricas montamos las claras con el zumo de limón para estabilizarlas.
Cuando estén espumosas vamos añadiendo los 50 gr restantes del azúcar a cucharadas, y seguimos batiendo hasta que el merengue haga picos suaves, mejor que no quede duro.
Vertemos la crema encima del merengue y mezclamos con una espátula y movimientos suaves y envolventes, hasta homogeneizar.
Vertemos la masa del bizcocho en el molde y la alisamos con una rasqueta para que cubra todo. Cocemos el bizcocho 15 minutos en el horno a 170ºC.
Sacamos el bizcocho y lo volcamos sobre otro papel de hornear. Retiramos el papel de base y en caliente enrollamos el bizcocho bien apretadito ayudándonos con el segundo papel de hornear.
Colocamos el rollo sobre una rejilla y dejamos enfriar por completo.
Montamos la nata, que debe estar bien fría, hasta que esté muy firme. Mezclamos con la leche condensada y la miel hasta homogeneizar.
Reservamos.
Cuando el bizcocho esté frío lo desenrollamos con cuidado para no romperlo y extendemos la crema de relleno con una espátula acodada.
Volvemos a hacer el rollo ayudándonos de nuevo con el papel.
Metemos el rollo en la nevera para que coja algo de firmeza, por lo menos una hora.
Al cabo de ese tiempo cortamos las porciones de 1,5 cm, que serán los phoskitos, con un cuchillo de sierra y mucho cuidado, pues el rollo es blandito a pesar de la refrigeración. Vamos colocando los phoskitos encima de la rejilla.
Ponemos en un bol el chocolate de cobertura en trozos, la nata y la mantequilla, todo excepto la manteca de cacao.
Derretimos en el microondas, removiendo a cada tanto con cuidado para que no se recaliente en ningún punto.
La mezcla debe quedar muy fluida para que escurra bien por los phoskitos; como esto depende también del tipo de chocolate de cobertura puede que sea necesario añadir manteca de cacao, pero esto tenemos que comprobarlo en cada caso.
Vertemos la cobertura sobre los rollitos colocados en la rejilla con una bandeja debajo para recoger el sobrante, cuidando de cubrir bien los laterales.
Dejamos solidificar por completo, entonces les damos la vuelta y volvemos a calentar la cobertura de chocolate para bañarlos por el otro lado.
Dejamos enfriar completamente antes de servir.
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