Deliciosas y muy fáciles de hacer, son ideales para merendar, acompañar un café o un té, o para tomar en cualquier momento.
Ingredientes:
- 250 gr de mantequilla a temperatura ambiente
- 150 gr de azúcar blanquilla
- 350 gr de harina de trigo
- 1 cucharada de esencia de vainilla
- Un poco de azúcar para espolvorear
Preparación
En un bol ponemos la mantequilla a temperatura ambiente cortada en daditos y añadimos el azúcar.
Mezclamos bien con un tenedor hasta que se forme una crema espesa y el azúcar quede incorporado. Añadimos la esencia de vainilla y batimos hasta incorporar. Echamos la harina y con la ayuda de una cuchara de madera comenzamos a revolver intentando integrarla con la mantequilla.
Cuando veamos que la cuchara ya no nos sirve para continuar juntando los ingredientes seguimos con las manos. La textura es como de migas pero con las manos iremos compactando la masa hasta conseguir hacer una bola.
Para hacer el proceso más sencillo he preparado la masa para poder cortarla con cuchillo y no tener que estirarla con un rodillo para usar cortantes. Así el trabajo es mucho menor y la apariencia será de una galleta rústica. Cortamos la masa en dos mitades y les damos forma alargada.
Envolvemos cada parte en un papel film como formando un caramelo. Guardamos en la nevera los paquetitos 1 o 2 horas hasta que veamos que la masa está dura. Si quisiéramos utilizar cortantes o moldes de galleta retiraríamos la masa de la nevera cuando estuviera más o menos compacta.
No totalmente dura, y con un rodillo de cocina la estiraríamos y cortaríamos con los cortantes. Si la masa está muy dura es imposible de estirar con el rodillo.
Retiramos la masa de la nevera. Retiramos el papel film y con un cuchillo vamos cortando las galletas con un grosor de más o menos ½ centímetro.
Mientras el horno se calienta a 200º C con calor arriba y abajo guardamos las galletas ya cortadas en la nevera para que vuelvan a endurecerse. Es muy importante para evitar que las galletas se deformen en el horneado. Colocamos las galletas en la fuente del horno sobre un papel apto para horno, dejando un poco de espacio entre ellas. Espolvoreamos con azúcar.
Horneamos (bandeja del medio con calor arriba y abajo) en dos tandas durante 12-14 minutos aproximadamente, los primeros 5 minutos a 200º C, y los últimos 8-10 a 180º C. Depende mucho de tu horno, pero fijaros en que comiencen a dorarse por los bordes.
Dejamos unos minutos en la propia bandeja para que luego sean fáciles de manipular y que no se rompan. Retiramos la bandeja del horno y, con mucho cuidado y la ayuda de una espátula, las vamos colocando sobre una rejilla hasta que se enfríen.
En el momento de salir del horno las galletas están muy blanditas y es muy fácil que se rompan, por eso tenemos que tener especial cuidado al manipularlas.
Una vez frías se endurecen.
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