Es una tarta cuyo nombre engaña, ya que es suave y no sabe para nada a cerveza. La Guinness aporta una textura densa y húmeda al pastel, así como un realce del sabor a chocolate.
Ingredientes:
- 75 gr de cacao puro en polvo sin azúcar
- 400 gr de azúcar
- 3 huevos
- 250 gr de mantequilla de calidad
- 150 gr de nata líquida para cocinar
- 250 m de cerveza negra Guinness
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 15 gr de bicarbonato sódico
Para la cobertura
- 300 gr de queso crema de untar tipo Philadelphia
- 150 gr de azúcar glas
- 300 ml de nata para montar
Preparación
Empezamos montando la nata.
Vamos a necesitar 300 ml de nata líquida para montar y unos 75 gr de azúcar.
Yo uso la batidora con el accesorio de varillas eléctricas. Es más cómodo que con varillas manuales, aunque se puede hacer de ambas maneras.
Utilizaremos un bol grande, si está frío mucho mejor. Al igual que la nata que debe de salir de la nevera. Echamos la nata fría en el bol y batimos hasta que pase de estado líquido a una especie de crema, con un poco de espuma.
Una vez que hemos alcanzado esta especie de crema líquida densa. Añadimos el azúcar, si es glas mejor, y batimos hasta que llegue a estado casi sólido. Reservamos.
Mezclamos el queso tipo crema y el azúcar con cualquier batidor eléctrico hasta conseguir una crema suave, homogénea y sin ningún grumo.
Después le añadiremos la nata montada y mezclamos con movimientos suaves hasta que estén bien integrados ambos ingredientes.
Conseguiremos una crema ligeramente untuosa que pondremos sobre la tarta cuando esté fría. Reservamos en la nevera hasta el montaje final.
Ponemos en una olla la cerveza negra a calentar a fuego medio, sin que llegue a hervir. Cuando esté caliente le añadimos la mantequilla cortada en trozos y la vamos moviendo hasta que se derrita completamente.
Retiramos del fuego y reservamos.
En un bol ponemos el cacao, el azúcar, la harina y el bicarbonato. Mezclamos hasta que queden bien ligados todos los ingredientes y de un color uniforme.
En otro bol, ponemos la nata líquida, los huevos y la vainilla líquida y mezclamos hasta que nos quede una mezcla uniforme.
A continuación añadimos el contenido de la olla, la cerveza con la mantequilla, y lo mezclamos nuevamente hasta integrar bien.
Una vez tenemos la mezcla líquida terminada la vamos incorporando a los ingredientes secos.
Con unas varillas lo mezclamos con energía hasta conseguir una masa uniforme y sin grumos.
Quedará bastante líquida, no os asustéis es así, luego solidifica y obtenemos una textura jugosa y húmeda magnífica. Pasamos la masa a un molde engrasado.
El horno debe estar precalentando a 180º C temperatura arriba y abajo con aire 10 minutos antes de introducir el bizcocho.
Metemos el molde en la bandeja media del horno. El tiempo de cocción será aproximadamente entre 45 y 50 minutos, o hasta que lo pinchemos con un tenedor y veamos que sale limpio.
Cuando la tarta lleve 20 minutos en el horno ponemos un poquito de papel de aluminio para tapar la superficie y evitar que se nos queme.
Los últimos 5 minutos la dejamos destapada para que pille color.
Una vez transcurrido el tiempo, sacamos el bizcocho y dejamos enfriar.
Una vez frío completamente, añadimos la cobertura aplicando sobre el bizcocho una capa gruesa lo más uniforme posible de la cobertura ya preparada.
Conservaremos la tarta en la nevera y la sacaremos unos 15 minutos antes de servir.
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