Cupcakes de Brownie

  




Esta es una receta bastante sencilla de preparar pero con un resultado magnífico, ya que con ella se preparan unas cupcakes de brownie que encantarán a todos.





Ingredientes:



- 250 gr de azúcar
- 125 gr de chocolate negro
- 115 gr de mantequilla sin sal
- 100 gr de harina de repostería
- Tres huevos grandes
- Una cucharadita de extracto de vainilla
- Una pizca de sal



Preparación




Antes de ponernos a preparar la masa de los cupcakes vamos a dejar preparado los moldes en los que las hornearemos. 

Con los ingredientes indicados vamos a preparar una docena de cupcakes, así que necesitaras uno o varios moldes, en los que colocaremos las cápsulas de papel elegidas.

 Y ahora pasamos a preparar la masa con la que rellenarlos.

Lo primero que haremos será fundir el chocolate negro, previamente troceado, junto a la mantequilla. Os recomendamos hacerlo al baño maría, así podemos controlar mejor el proceso. Una vez se hayan fundido bien los dos ingredientes, agregamos el azúcar y removemos bien para que quede todo mezclado de forma homogénea y esperamos unos minutos a que se temple.

Mientras tanto ponemos el horno a precalentar a 180ºC.

Pasados unos minutos, con la mezcla de chocolate y mantequilla templada, agregamos la esencia de vainilla, una pizca de sal y también los huevos, que batiremos previamente. Una vez se mezclen bien, agregamos la harina, poco a poco, y comenzamos a remover hasta que se integre con todo lo anterior y repetimos el proceso hasta que acabemos de añadir toda la harina. 

Nos debe quedar una mezcla sin grumos y totalmente homogénea, es importante para que salgan bien los cupcakes.

Ahora vamos a llenar los moldes con la masa resultante, llenando sobre unos tres cuartos de los mismos, para que puedan subir bien al hornearse pero no rebosen. Con el horno ya a la temperatura indicada metemos los moldes y los horneamos unos 18 minutos, comprobando que están bien hechos por dentro antes de sacarlos, lo que haremos pinchando con un cuchillo para verificar que el interior no está aún sin hacer.

Cuando estén listos los sacamos del horno y los desmoldamos, dejándolos únicamente en sus cápsulas de papel. 

Mejor colocarlos sobre una rejilla para que se enfríen bien también por debajo.

 Una vez se hayan enfriado del todo, ya se pueden servir para comer, tal cual quedan, aunque si lo prefieres puedes hacer una cobertura para ellos. 

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