Para que estas tartaletas queden de auténtico lujo, es importante que la crema pastelera quede suave y con el punto de espesor perfecto.
Ingredientes:
- 4 tartaletas
- ½ litro de leche
- 3 yemas de huevo
- 35 gr de harina de maíz
- 125 gr de azúcar
- 1 vaina de vainilla
- 1 limón
Preparación
En un cazo, ponemos a calentar el medio litro de leche junto con una cucharada de vainilla azucarada, o media vaina de vainilla abierta por la mitad horizontalmente.
Incorporamos, además, una tira de piel del limón para que la leche se aromatice.
Separamos las yemas de las claras de los tres huevos.
En un bol lo suficientemente grande para que luego nos quepa la leche, batimos las tres yemas con los 125 gr de azúcar hasta que obtengamos una masa homogénea.
Añadimos, a continuación, los 35 gramos de harina de maíz y batimos de nuevo.
Cuando la leche esté a punto de hervir, retiramos la vaina de vainilla y la piel de limón.
Vertemos después la leche caliente en el bol con las yemas, el azúcar y la harina de maíz y removemos hasta que se mezcle bien.
Volvemos a llevar la mezcla al fuego hasta que arranque a hervir sin dejar de remover para evitar que se formen grumos.
A continuación, retiramos del fuego, removemos un minuto más y dejamos enfriar removiendo de vez en cuando.
Cuando la crema se haya enfriado, la introducimos en una manga pastelera de boquilla no demasiado grande.
Lavamos las fresas y las cortamos a láminas no demasiado finas. Las dejamos secar sobre papel absorbente de cocina.
Mientras se secan las fresas, colocamos las tartaletas en una fuente apta para el horno y las hornéalas durante unos 4 minutos a 180 °C, o como te especifique el fabricante de las tartaletas en el envoltorio.
Luego, las sacamos del horno y dejamos que se enfríen.
Colocamos las tartaletas en un plato y las rellenamos con la crema de la manga pastelera.
Si no dispones de manga, lo podemos hacer vertiendo crema en ellas con una cucharilla de café.
Colocamos encima unas láminas de fresa y servimos frío.
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