Si eres de los que tienen por costumbre llevar de postre dominical un roscón, anímate esta vez a prepararlo en casa, con pasta choux y un delicioso relleno de trufa.
Ingredientes:
- 3 gr de Sal
- 60 gr de Mantequilla
- 120 gr de Harina
- 3 Huevos
- 1 Yema De Huevo
- 1 litro de Nata Para Montar
- 150 gr de Azúcar
- 300 gr de Chocolate Negro fondant
- 50 gr de Azúcar Glas
Preparación
Ponemos una cazuela al fuego con 75 ml de agua, la leche, la sal y la mantequilla, y llevamos a ebullición.
Añadimos de golpe la harina tamizada y cocemos, removiendo enérgicamente con una espátula de madera, hasta que la masa se despegue de las paredes del cazo.
Retiramos del fuego y dejamos reposar unos minutos para que se temple.
Cascamos los huevos y los añadimos a la preparación anterior, de uno en uno y sin dejar de remover; no agregamos el siguiente hasta que el anterior esté totalmente integrado.
Introducimos la masa en una manga pastelera de boquilla grande y estriada.
Precalentar el horno a 190ºC.
Forramos la placa con una hoja de papel vegetal y formamos sobre ésta una corona de masa.
Para que la corona quede con un grosor suficiente, formamos un aro de pasta choux, de 20 o 22 cm de diámetro, con la manga pastelera. Disponemos otro aro sobre éste y encima un tercero.
Batimos la yema con un tenedor.
Pintamos la corona con ella utilizando un pincel de cocina. La horneamos unos 30 minutos, hasta que la superficie esté dorada.
Una vez dorada retiramos la corona del horno, la ponemos sobre una rejilla y la dejamos enfriar por completo.
Troceamos el chocolate y lo calentamos al baño María hasta que esté fundido. Lo mantenemos caliente, a unos 40ºC.
Montamos la nata batiéndola con varillas eléctricas y añadimos el azúcar. Agregamos poco a poco el chocolate, sin dejar de batir con las varillas, hasta obtener una crema de trufa.
La introducimos en una manga pastelera con boquilla estriada y reservamos en la nevera 1 hora.
Cortamos la corona por la mitad en horizontal con un cuchillo de sierra. Cubrimos la parte inferior con la trufa y disponemos encima la parte superior; lo hacemos con mucho cuidado para que la trufa no se aplaste.
Espolvoreamos con azúcar glas y servimos enseguida.
Se puede mezclar el azúcar glas de la decoración con un poco de cacao en polvo
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