Como alternativa al café, puedes aromatizar la nata con vainilla y mezclarla con frutas del bosque, daditos de melocotón o kiwi.
Ingredientes:
Para la plancha de bizcocho
- 75 gr de harina
- 150 gr de azúcar glas
Para el relleno
- 100 gr de azúcar glas
- 3 cucharadas de café soluble
Para la cobertura
- 100 gr de mantequilla
- bolitas de chocolate
- café soluble
Preparación
Calentamos 200 ml de nata sin que llegue a hervir, añadimos el café soluble y removemos para que se disuelva.
Mezclamos poco a poco con la nata restante y dejamos que se enfríe en la nevera o en el congelador, vigilando que no se congele.
Precalentamos el horno a 180 °C.
Separamos las claras de las yemas. Batimos las yemas y 3 claras con la mitad del azúcar hasta que resulten cremosas y blanquecinas.
Montamos a punto de nieve firme las 3 claras restantes, añadiendo el resto del azúcar cuando empiecen a formar picos.
Mezclamos las claras con el batido de huevos e incorporamos después la harina tamizada, poco a poco y removiendo con suavidad.
Extendemos la masa en la bandeja del horno, previamente forrada con papel vegetal, y la hornéamos 10 minutos.
Pasado ese tiempo, retiramos la plancha de bizcocho del horno, lo damos la vuelta sobre un paño de cocina limpio y la enrollamos
Batimos la nata con el café y, cuando empiece a espesar, añadimos el azúcar.
Seguimos batiéndola hasta montarla, en ese punto la extendemos sobre la plancha de bizcocho.
La enrollamos de nuevo y guardamos en el congelador.
Fundimos el chocolate con la mantequilla al baño María, dejamos que se entibie un par de minutos y vertemos esta cobertura sobre el rollo.
Decoramos con bolitas de chocolate y café soluble por encima.
Lo guardamos en la nevera al menos durante una hora.
Lo servimos cortado en porciones.
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