Lo ideal es que preparemos tanto el bizcocho como el almíbar y el macerado de las cerezas el día anterior a la preparación de la tarta.
Ingredientes:
Para el bizcocho genovés de chocolate
- 120 gr de harina de trigo de repostería
- 30 gr de cacao en polvo 70 % mínimo
- 4 huevos M
- ½ cucharadita de sal fina
- 1 cucharada de esencia de vainilla
Para el relleno y decoración
- 2 cucharadas de licor Kirsch
- 50 gr de chocolate
- Azúcar molido o glas
- 300 gr de cerezas
Para el almíbar
- 75 gr de azúcar
- 40 ml de licor de cerezas Kirsch
Para la crema chantillí montada
- 100 gr de azúcar
- 1 cucharada de esencia de vainilla
Preparación
Separamos las claras de las yemas de los huevos y las colocamos en boles diferentes.
Primero batimos las claras a punto de nieve. Tenemos que conseguir la mayor consistencia posible. Reservamos.
En un segundo bol batimos las yemas con el azúcar hasta crear una crema espumosa y blanquecina. Lo ideal es que las batamos con las varillas de la batidora, así nos facilitará el trabajo.
Añadimos las claras montadas y la pizca de sal. A las yemas batidas, y con una espátula y movimientos envolventes y delicados incorporamos las dos preparaciones.
Tenemos que intentar que la mezcla se baje lo mínimo posible, ya que la esponjosidad de este bizcocho la conseguiremos sólo con el aire que tenga la masa en su interior.
Añadimos la harina y el cacao en dos tandas integrando con mucho cuidado y procurando mantener el aire dentro de la masa.
Untamos un molde desmoldable con mantequilla y lo forramos en base y laterales con papel vegetal.
Así facilitamos muchísimo el desmontaje de la tarta y nos aseguramos que los bordes y la base estén bien lisos.
Vertemos la mezcla del bizcocho en el molde ya forrado y lo horneamos con el horno previamente caliente a 180º C durante 25 minutos.
Es conveniente que en mitad del proceso lo tapemos con papel de aluminio, así la superficie no se tostará demasiado.
Retiramos el bizcocho del horno cuando al pinchar con un palito este salga limpio.
Colocamos, sin desmoldar, sobre una rejilla y esperamos 10 minutos antes de retirarle el molde.
Una vez desmoldado dejamos que se enfríe totalmente sobre la rejilla.
Es conveniente que el bizcocho esté bien asentado antes de proceder a cortarlo en capas, por eso lo aconsejable es que lo guardemos en el frigo de un día para otro envuelto en papel transparente.
Preparamos el almíbar con antelación, por ejemplo en día que horneemos el bizcocho, así estará totalmente frío cunado vayamos a utilizarlo.
En un cazo pequeño calentamos todos los ingredientes, el agua, el azúcar y las 2 cucharadas de Kirsch, licor de cereza.
Dejamos que cueza la mezcla removiendo hasta que se diluya todo el azúcar, durante 5 minutos.
Apagamos el fuego y dejamos que se enfríe totalmente antes de guardarlo en el frigo.
Montamos la nata con el azúcar con la ayuda de una batidora de varillas. En necesario que la nata esté bien fría para tener éxito en este punto.
Este paso podemos hacerlo también el día anterior al montaje de la tarta, para ello tapamos con papel film y la guardamos en el frigo.
Lavamos las cerezas y reservamos 10 o 15 para la decoración exterior de la tarta. El resto las partimos a la mitad y les retiramos el hueso interior.
En un táper pequeño mezclamos las cerezas partidas, el azúcar y las 2 cucharadas de Kirsch.
Mezclamos, cerramos el táper y lo guardamos en el frigo de un día para otro.
En el momento del montaje las cerezas estarán totalmente maceradas y listas para colocar en el relleno de la tarta.
Cortamos el bizcocho en dos o tres niveles, dependiendo de los seguros que nos sintamos y de si disponemos de un buen cuchillo de sierra o un utensilio de repostería especial para cortar bizcochos en capas.
Desechamos la corona del bizcocho, ya que seguramente estará abombada y no nos servirá para el montaje.
Colocamos la primera capa de bizcocho en el centro del plato y con un pincel de cocina lo impregnamos con el almíbar en toda su superficie.
Extendemos una primera capa de crema chantillí, colocamos la mitad de las cerezas en almíbar y cubrimos con otra capa de crema.
Repetimos la operación con la siguiente capa de bizcocho acabando con una última capa de bizcocho que también pincelamos de almíbar.
Esta última capa corresponderá con la parte inferior del bizcocho, la que estaba en contacto con la base del molde ya que estará totalmente lisa y nos facilitará en acabado final de la tarta.
Untamos con crema chantillí toda la superficie exterior de la tarta y guardamos en la nevera mientras preparamos los ingredientes para el resto de la decoración.
En este punto podemos decorar la tarta con cerezas en almíbar, si nos han sobrado, o con cerezas al natural.
En mi caso he decidido espolvorear toda la superficie de la tarta con virutas de chocolate y decorarla con unas cerezas frescas, con rabito y todo.
Guardamos la tarta durante un par de horas en el frigo antes de comerla.
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