Las mejores cosas de la vida son los dulces

Los postres son frutas o platos dulces que se sirven después de las comidas. Para algunas personas la hora del postre forma parte del momento más atractivo de la comida, ya que suelen ser los platos más coloridos de la mesa. Además, son un acompañamiento en cualquier momento del día, son dulces y en algunos casos agridulces. Los postres han sido considerados el broche de oro de las comidas, cuando éste es de excelente calidad resalta la satisfacción de los alimentos anteriores.

Bizcocho libanés de almendras y naranja

 




La unión de ingredientes simples y naturales como la almendra y la naranja crea un postre que sabe a tradición, perfecto para servir en reuniones familiares o celebraciones.





Ingredientes:




- 5 huevos
- 250 gr de almendras molidas
- 250 gr de azúcar
- 2 naranjas grandes
- 2 cucharaditas de levadura 
- 1 cucharadita de agua de azahar
- 1 cucharada de miel
- Una pizca de sal




Preparación




Ponemos una olla con abundante agua al fuego. Cuando empiece a hervir, añadimos las naranjas enteras y las cocemos durante una hora aproximadamente, a fuego medio.

 Si tienes olla exprés, puedes cocer en ella las naranjas, te bastará con 15 minutos.

 Cuando las naranjas estén cocidas, las retiramos del agua y las dejamos enfriar. Una vez frías, las pasamos al vaso de la batidora y las trituramos hasta obtener una especie de puré.

Precalentamos el horno a 165º C

Cascamos los huevos en un bol y añadimos el azúcar. Los batimos con varillas eléctricas hasta que blanqueen y doblen su volumen.

Entonces, agregamos el agua de azahar, la miel y las naranjas trituradas. Mezclamos todos los ingredientes con una espátula, haciendo movimientos envolventes, hasta que se hayan integrado.

Incorporamos a la masa anterior la almendra en polvo, la levadura  y la sal, tamizándolas directamente sobre la mezcla. Removemos con movimientos envolventes, con la espátula, hasta conseguir una mezcla homogénea.

Vertemos la masa del bizcocho en un molde previamente engrasado  y horneamos a durante 65 minutos. 

Pasado ese tiempo, apagamos el horno y con la puerta abierta dejamos el bizcocho en su interior unos 10 minutos más.

Retiramos el bizcocho del horno y, cuando esté completamente frío, lo desmoldamos con cuidado.

Decoramos la superficie con almendras laminadas, ligeramente superpuestas entre sí, espolvoreamos con azúcar glas y añadimos unas tiras de piel de naranja. 

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