Hacer magdalenas en casa es mucho más fácil de lo que parece. Con unos pocos ingredientes, un rato libre y algo de ganas, puedes llenar tu cocina de magia.
Ingredientes:
- 3 huevos
- 200 gr de azúcar blanco
- 200 ml de aceite de girasol
- 150 ml de zumo de naranja natural
- la Ralladura de 1 naranja (sin la parte blanca para evitar amargor).
- 250 g de harina de repostería.
- 1 sobre de levadura
- Una pizca de sal.
- Azúcar extra para espolvorear por encima antes de hornear.
Preparación
Comenzamos encendiendo el horno a 200º C (calor arriba y abajo) para que esté listo cuando metas las magdalenas.
Preparamos una bandeja para magdalenas con cápsulas de papel.
En un bol grande, batimos los huevos junto con el azúcar hasta que la mezcla esté espumosa y haya duplicado su volumen. Esto es clave para unas magdalenas esponjosas, así que no te saltes este paso.
Incorporamos el aceite poco a poco, batiendo a velocidad baja. Después, añadimos el zumo de naranja y la ralladura, y mezclamos bien.
Tamizamos la harina junto con la levadura y la pizca de sal. La añadimos a la mezcla anterior en varias tandas, removiendo con movimientos envolventes para que no pierda aire.
Dejamos reposar la masa en la nevera durante 30 minutos. Esto ayudará a que las magdalenas suban mejor en el horno y tengan esa característica forma de copete.
Llenamos las cápsulas de papel hasta las ¾ partes de su capacidad. Si queremos, espolvoreamos un poco de azúcar por encima para darles ese toque tradicional.
Bajamos la temperatura del horno a 180º C y horneamos las magdalenas durante unos 18 minutos. No abras el horno antes de tiempo para evitar que pierdan volumen.
Estarán listas cuando veas que han subido y tienen un color dorado precioso.
Sacamos las magdalenas del horno y las dejamos enfriar sobre una rejilla antes de servirlas
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