Elegantes y muy llamativos, se rellenan con una suave crema de mascarpone y se decoran con rosetones de la misma crema.
Ingredientes:
- 100 gr de azúcar
- 2 huevos
- 150 gr de harina
- 100 ml de caramelo líquido
- 2 cucharaditas de levadura
- 1 limón
- 50 gr de mantequilla
- Frutos secos variados
- 400 gr de queso mascarpone
- 500 gr de azúcar glas
- Esencia de vainilla
Preparación
Lavamos bien el limón bajo el agua del grifo, lo sécamos con papel absorbente de cocina y rallamos la piel, sin llegar a la parte blanca.
Cascamos los huevos, separando las claras de las yemas.
Batimos estas últimas con el azúcar hasta que tripliquen su volumen.
Añadimos la mantequilla fundida, 75 ml de caramelo y la ralladura. Incorporamos la harina y la levadura tamizadas.
Precalentamos el horno a 175 °C.
Montamos las claras a punto de nieve con unas gotas de limón y las añadimos a la masa anterior.
Untamos un molde cuadrado con mantequilla, lo enharínamos ligeramente y vertemos la masa en su interior.
Cocemos durante 30 o 40 minutos. Dejamos enfriar y desmoldamos.
Batimos el queso mascarpone, el azúcar y 1 cucharadita de esencia de vainilla con las varillas eléctricas.
Introducimos la crema de queso en una manga pastelera con boquilla lisa.
Cortamos el bizcocho por la mitad, en horizontal, con ayuda de un cuchillo de sierra que tenga la hoja larga, y luego en cuadrados.
Extendemos un poco de la crema en la mitad de las porciones y cubrimos con las restantes.
Cambiamos la boquilla lisa por una estriada y pequeña, y repartimos unos rosetones sobre los pasteles.
Espolvoreamos con frutos secos picados y regamos con un poco de caramelo líquido.
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