Las mejores cosas de la vida son los dulces

Los postres son frutas o platos dulces que se sirven después de las comidas. Para algunas personas la hora del postre forma parte del momento más atractivo de la comida, ya que suelen ser los platos más coloridos de la mesa. Además, son un acompañamiento en cualquier momento del día, son dulces y en algunos casos agridulces. Los postres han sido considerados el broche de oro de las comidas, cuando éste es de excelente calidad resalta la satisfacción de los alimentos anteriores.

Brownie cookies de chocolate

 



Se trata de unas galletas de chocolate que tienen la particularidad de tener una textura y sabor que nos recordarán inmediatamente al brownie más chocolatero. 




Ingredientes:




- 80 gr de chocolate 70% cacao
- 115 gr de mantequilla
- 225 gr de azúcar
- 3 huevos L
- 250 gr de harina especial repostería
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 1 cucharadita de levadura 
- Una pizca de sal 
- 12 gr de cacao puro en polvo
- Azúcar glas para decorar



Preparación 



Derretimos el chocolate calentándolo a baño maría, a intervalos de pocos segundos, entre 10 y 15 segundo de cada vez, retirando el chocolate y removiéndolo en cada ocasión.

 Reservamos el chocolate ya derretido hasta que se haya templado.

En un bol batimos la mantequilla con el azúcar hasta que conseguimos una crema suave.

 Es imprescindible que la mantequilla esté blandita, por eso debemos dejarla a temperatura ambiente unas horas antes para que se ablande y se pueda trabajar.

Agregamos el chocolate derretido, que ya se habrá templado, y lo incorporamos con la crema de mantequilla.

 Incorporamos la esencia de vainilla y los huevos uno a uno.

 Batimos la mezcla hasta que quede integrada.

En un bol mezclamos la harina con el cacao, la levadura y la sal. Incorporamos los ingredientes secos a los húmedos y poco a poco los integramos hasta conseguir una pasta uniforme.

La forma más fácil de hacer las porciones de nuestras galletas es colocando la masa en una mangas pastelera, así podremos ir poniendo pequeñas porciones sobre un papel de horno en una bandeja. 

Si no tenemos manga pastelera podemos utilizar una bolsa de plástico a la que le cortaremos uno de sus extremos. 

Si vemos que la masa está muy líquida, refrigeramos la masa una hora.

Con el horno previamente caliente a 180º C, horneamos las galletas durante unos 11 minutos.

 Esperamos unos 10 minutos antes de levantarlas de la bandeja.

Una vez que las galletas están ya templadas, las retiramos de la bandeja de horno y las colocamos sobre una rejilla hasta que se hayan enfriado totalmente.

 Al principio las galletas estarán bastante blandas, pero a medida que se vayan enfriando, su exterior se irá endureciendo.

Una vez que tenemos las galletas frías es cuando podemos espolvorearlas con azúcar glas. 




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