Las mejores cosas de la vida son los dulces

Los postres son frutas o platos dulces que se sirven después de las comidas. Para algunas personas la hora del postre forma parte del momento más atractivo de la comida, ya que suelen ser los platos más coloridos de la mesa. Además, son un acompañamiento en cualquier momento del día, son dulces y en algunos casos agridulces. Los postres han sido considerados el broche de oro de las comidas, cuando éste es de excelente calidad resalta la satisfacción de los alimentos anteriores.

Helado de leche condensada



Su textura espesa y dulzor concentrado hacen que funcione casi como una base mágica ya que no cristaliza.





Ingredientes:




- 500 ml de nata para montar
- 400 gr de leche condensada
- 1 cucharadita de esencia de vainilla 
- Una pizca de sal




Preparación 




Sacamos la nata de la nevera justo cuando vayamos a usarla, ya que cuanto más fría esté, mejor montará.

 La leche condensada también debe estar fría si es verano, así nos ayuda a que la mezcla mantenga una buena textura.

En un bol grande, vertemos la nata y empezamos a batir con varillas eléctricas. 

Vamos subiendo poco a poco la velocidad hasta que veamos que empieza a formar picos firmes.

No hay que llegar al punto de mantequilla, pero sí que se quede espesa y estable. Esto nos dará la cremosidad en el helado.

En otro bol, mezclamos la leche condensada con la vainilla y una pizca de sal, esta última intensifica el sabor. 

Luego, con una espátula de silicona o cuchara grande, vamos integrando la nata montada a la mezcla con movimientos envolventes. 

Pasamos la mezcla a un recipiente con tapa. Alisamos la superficie con una espátula y tapamos bien.

Llevamos al congelador y dejamos enfriar al menos unas 8 horas. Lo ideal es hacerlo de un día para otro.

Cuando vayamos a servirlo, lo sacamos unos 10 minutos antes para que se ablande un poco y se pueda sacar con más facilidad. 





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